El domingo fue día de cambiar las zapatillas de asfalto por las de tierra en el Cross de las Contiendas.
La mañana estaba soleada, aunque un poco fría. Una vez dada la salida, las primeras cuestas se encargaron de que todos los participantes entraran en calor.
El circuito de unos 6.5km apenas daba respiro entre subidas y bajadas, pero era entretenido y no demasiado complicado.
La primera vuelta con calma para conocer el circuito y en la segunda, tiempo para poder apretar un poco más y disfrutar de los senderos.
Una vez completadas las 2 vueltas al circuito, hora del avituallamiento y de descansar al sol en el parque.