Tras la cancelación por la pandemia del pasado año, y después de sufrir tres modificaciones en la fecha durante este año, ¡por fin pude cumplir un sueño!
Aunque con un sabor agridulce, y es que la natación tuvo que ser suspendida debido a una densa niebla en el pantano de Landa…
Con dos horas retraso, comienzo con el sector de bici. 182km por las llanuras alavesas, en un recorrido precioso y rápido. Una avería en la dirección de la cabra, a falta de 40km para la T2, hace que en una curva me lleve un susto serio, que afortunadamente sólo quedó en eso, y me obligó a parar en el servicio técnico, perdiendo casi 25min.
¡Llega la hora del maratón!
42km en cuatro vueltas por el parque de Salburua, con un ambiente espectacular durante toda la prueba. Pongo ritmo en modo supervivencia, y a disfrutar y sufrir a partes iguales.
Cruzar esa meta, que el speaker diga tu nombre y después:»You are an Ironman» es algo que jamás olvidaré.
Y es el momento de los agradecimientos…
-Primero, a toda la gente que está en mi día a día, que me entiende y comprende las horas de entreno, y de ese tiempo que le quito a otras cosas de la vida.
-A mi familia del Club Triatlón Astudillo. Gracias por los ánimos y por estar pendientes de mi en todo momento. ¡Se os quiere!
-A mi gran amigo y compañero de fatigas Diego. La complicidad contigo es total, y nadie mejor que tú para hacer cualquier tipo de locura. ¡Eres un puto Ironman!
Poco más q añadir….Ah sí!!
El día que no disfrute,¡¡DIMITO!!🙋🏻♂️
