Como podréis ver en las fotos, el río estaba algo turbio, causa que no nos impidió dar las jornadas.
Pasamos un buen rato enseñando esta vez, a los más pequeños la práctica de la natación. Les hicimos ver, que al río y al mar hay que tenerles mucho respeto, más viendo la corriente y la suciedad del Pisuerga, causa que no les asustó en absoluto.